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El primer trazo de Los Redondos

El primer trazo de Los Redondos
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Cuatro décadas de Gulp!, la transformación integral de la bestia pop del under al público masivo, con la imagen como referencia.

Once canciones 11 basadas en múltiples influencias, y un misterioso título onomatopéyico, a fines de abril de 1985 comenzaba oficialmente la leyenda de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota. Historia conocida, con un tridente formado por el Indio Solari, Skay Beilinson y Poli Castro, con Ricardo Cohen, Rocambole, como cuarto integrante y responsable de la estética.

Rocambole trabajó siempre desde su casa taller de calle 9, en la parte vieja de La Plata, cercano al barrio Meridiano Quinto. Desde ahí va a ser el autor del arte de tapa de Gulp! Y de toda la imagen de los Redondos.

A través de un proceso de serigrafía aplicada sobre un tamiz de seda, Rocambole hizo una por una de las siete mil copias de Gulp! que conformaron la primera tirada. “Fue un laburo de locos. Pensé que, como al grupo finalmente no lo conocía nadie, había que hacer una tapa que en las bateas saltara a la vista, que reforzara el nombre de la banda” explica en el libro Fuimos Reyes, de Mariano del Mazo y Pablo Perantuno.

Y agregó: “Las letras las hice a mano alzada con un pequeño tubito de plasticola que rellené con esmalte sintético. Después le puse una sombra, para que pareciera en relieve. No me fue fácil, probé como cuarenta versiones”.

Un trabajo de orfebrería artesanal que incluía, además de la portada, los volantes, las entradas, las escenografías y todo lo que tenía que ver con lo visual, una novedad para la época. Todo lo que Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota tenía que decir a través de los ojos, corría por cuenta de Ricardo Cohen.

“Considero que la ilustración es hacer una versión de algo. Para ilustrar la tapa de un libro, lo leo y después hago una ilustración sobre lo que leí. Pero yo no ilustraba. Pienso que hacer la ilustración de la música de un disco es un poco reiterativo” le dijo Rocambole a comienzos de 2024 al periodista Alejandro Rapetti, para un informe completo que publicó Diario La Nación sobre su último libro Las mil y una noches de Patricio Rey.

Y afirma: “Por eso prefería proponer algo, que luego se integrara al mensaje, de manera que cuando se completaba el disco, si sacabas algunas de sus partes, el mensaje quedaba incompleto. Es decir, yo no ilustraba la poesía o la música, sino que era una parte integrante del mensaje. En algunos momentos se logró y en otros no tanto”.

La imagen de Patricio Rey y sus Redonditos de Ricota fue clave desde sus inicios oficiales, como muestra el documental de la presentación Gulp! de agosto de 1985 en Cemento. Las canciones del material inicial se mezclaron con los entrañables inéditos y algunos temas que integrarían la siguiente placa, Oktubre. La leyenda ya estaba en marcha.

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