La emoción de las tribunas, para festejar también el Día de la Madre.
Quiero contarles cuando fui a la cancha con mi mamá. En marzo o abril de 2012 anunciaron que el partido de Argentina y Uruguay por las eliminatorias para Brasil 2014 se jugaría en Mendoza, en el Estadio Malvinas Argentinas.
El encuentro era el 12 de octubre de ese 2012, y el 25 de septiembre comenzaba la venta de entradas.
Argentina jugó muy bien, Messi fue una máquina y se asociaba muy bien con Gago, uno de los mejores socios que ha tenido Leo (cuando no estaba lesionado, obvio). Mi vieja a cada rato comentaba “es de otro planeta”, “no puede ser que juegue así”.
Con mis viejos y mi hermano, y toda la gente que estaba alrededor no parábamos de cantar y saltar. Era mucha la felicidad y la alegría. Era la primera vez que iba a la cancha con la familia, era la primera vez que veía a la Selección en vivo.
Mi mamá tenía eso, unía a las personas, transmitía esas ganas de vivir, de arriesgarse, de ir a donde querías ir, de cumplir los sueños en vida, de honrar la vida y no dejar nada para después.
A vos mamá, donde quieras que estés. Feliz día.
Por Dana Laterra