Parece extraño, pero “Is This It” cumple 20 años. Si nos cuesta creer que hayan pasado dos décadas desde el debut de The Strokes, es porque el disco ya sonaba como un clásico atemporal cuando salió. Y a pesar del paso del tiempo, seguramente nunca envejecerá.
Julian Casablancas y su banda llegaron a la escena cuando el rock corría el peligro de extinción. Aunque en 1994 el fenómeno Oasis había devuelto la música alternativa a las listas de éxitos del Reino Unido, la banda de los hermanos Gallagher (demasiado británica para el público estadounidense) no había logrado el mismo éxito en el extranjero. Desde mediados de los noventa, las ondas estadounidenses estuvieron dominadas por estrellas del pop con éxitos cercanos al formato de los jingles publicitarios. El último evento digno de ser recordado en el rock hasta ese momento era “Nevermind” de Nirvana, de 1991.
Cuando, diez años después, comenzó a circular el EP de The Strokes “The Modern Age”, con el tema principal anunciando el regreso de “una música centrada en las guitarras”, los cinco recibieron el incómodo título de “salvadores del rock”.
“Un día, en un futuro, todo el mundo va a mirar atrás y deseará volver a ese momento” cantaban The Strokes en “Someday”. Sencillo, pretencioso y eterno.